En 1970, dos jovenes estudiantes de la Facultad de Ingenieria Electrónica de Hamburgo, Kurt Von Paulus y Jurgen Hoffmann, interesados en el empleo de cualquier dispositivo electro-mecánico en la creación de atmósferas sonoras, forman el grupo "Mechaniker" (trad. "El Mecánico) con el fin de enfrentarse de tu a tu a la decadente música disco-pop de origen anglosajón que por aquel entonces tiranizaba las listas de éxitos. "Se trataba de ofrecer un producto europeo y por ende alemán, de calidad, obviamente solo para paladares selectos y mentes complejas", declaró más tarde Hoffman a Der Spiegel.
Sin la más absoluta idea de música Kurt y Jurgen comienzan su andadura adaptando las arias de las operas del compositor Richard Wagner a su nuevo lenguaje musical e interpretando estas piezas en pequeños cabarets de su ciudad natal. El uso de osciloscopios, sierras de calar, desatornilladotas pneumáticas, lijadoras, brocas del 15, yogurteras y en general cualquier artefacto conectado a la red eléctrica capaz de producir un zumbido no tiene secretos para ellos, si bien algo debió de fallar entonces pues no alcanzaban a despertar el interés de ningún productor del ramo.
Abatidos, sin esperanzas y dispuestos a dejar el mundo de la música por una beca predoctoral en la empresa Siemens, surge el milagro. Así, en 1971 conocen a Lottar Roeder, un oscuro estudiante de la Facultad de Bellas Artes nacido en la R.D.A (República Democrática Alemana) que con una mínima formación musico-vocal convierte Mechaniker en el fenómeno de masas (selectas y complejas, eso si) que sería Lebensraum (trad. “Espacio vital”). Las letras trangresoras y minimalistas de Roedor serían el contrapunto perfecto a las melodías estridentes y monocordes producidas por las taladradoras de Von Paulus y Hoffman.
En 1972 lanzan su primer disco titulado “Electro-AppelStrudel” (trad. Pastel de Manzana Eléctrico) que no tardó en convertirse en un gran éxito en su ciudad de origen. A destacar en la Cara A el único tema (o mejor llamarlo “himno de la música electrónica”) “AppelStrudel 1” donde un pitido de baja frecuencia de 24 Hz capaz de atontar a una jauría de perros es aderezado con sonidos repetitivos (pioneros del looping, sin duda alguna) de una máquina cortacésped y una motosierra Husqvarna sueca pasada por un sintetizador Casio PT-1, mientras Roeder lee de principio a fin las obras completas de Nietschze y Marx. Canela fina.
El grupo funciona y está íntimamente compenetrado. Prueba de ello son sus apabullantes conciertos en directo donde Lebensraum funciona como una perfecta máquina engrasada (y alemana). Kurt y Jurgen tocan todo aquello que es susceptible de ser conectado a la red eléctrica con una maestría impropia de su edad (a destacar sus solos de batidoras), mientras que Lottar introduce unas letras totalmente incomprensibles para la raza humana, intercalado con pasajes literarios de los mejores filósofos alemanes.
Al año siguiente y sin apenas dilación, lanzan su segundo LP “Electro-Anchluss” (trad. Anexión eléctrica). Un disco complejo, sesudo, intrincado, de difícil escucha y que ocasionó no pocos ataques epilépticos en una buena parte de la población que lo escuchaba de cabo a rabo. En este trabajo Lebensraum consiguió llevar sus estándares músicales hasta el paroxismo más absoluto. Aun así el grupo comenzaba a evolucionar (y no para bien), sobre todo en los directos de esta época: Kurt Von Paulus (hijo y nieto de generales prusianos), acostumbraba a exhibirse en los conciertos vestido de General de la Waffen SS mientras proclamaba a los cuatro vientos su adhesión incondicional al Partido Nazi y la decadencia irreversible de la civilización occidental debido a la corrupta cultura anglosajona. Con el fin de evitar males mayores, los managers pudieron demostrar que Kurt realizaba esta performance bajo los efectos de la cerveza Spaten Lager extra fuerte y así evitar la aplicación de la Ley alemana contra la Apología del Nazismo.
En 1973, lanzan lo que sería su último disco “Electro-AbteiStrasse” (trad. Abbey Road Electrico??) envueltos en la polémica. Kurt continua con sus bizarras performances filonazis, aunque esta vez sin probar ni gota de alcohol. El diario Der Spiegel demuestra que Lottar Roeder en un espía infiltrado de la Stasi (o policía secreta de la R.D.A.) cuya misión (encomendada por el partido) es adoctrinar en la ideología comunista a la maleable muchachada de la R.F.A. Así, se descubre que las incomprensibles letras compuestas por Roeder para Lebensraum esconden (cual “Stairway to Heaven”) poderosos mensajes subliminales comunistas capaces de alterar las mentes y conciencias como “Viva el mal, viva el Capital”, “Lenin es tu amigo”, “USA abusa” y “La lucha de clases es una lucha política, colega”, entre otros eslóganes. El disco es retirado de las tiendas y son pocos los afortunados que han llegado a escucharlo. Hoy en día “Electro-AbteiStrasse” de Lebensraum se ha convertido en un objeto de coleccionista musical de gran valor.
Jurgen Hoffman acusa al contubernio discográfico cultural anglosajón, temeroso de un resurgimiento de la música alemana, de orquestar una campaña anti-Lebensraum y toma la decisión de luchar contra ellos usando sus mismas armas. “¿No quieren bazofia, les daré a estos decadentes anglosajones la mayor bazofia musical que nunca han visto”-declara encolerizado al Frankfurter Allgemeiner. Con el dinero ganado se traslada a vivir a Mallorca, se hace productor musical y en sus propios estudios les produce el primer disco a unos bisoños Dieter Bohlen y Thomas Anders bajo el nombre de “Modern Talking”. Exitazos de los 80 que hacen bailar como posesos a los decadentes jóvenes occidentales tales como “You´re my heart, you´re my soul” y “Cheri, Cheri, Lady” llevan la firma de Jurgen Hoffman que poco a poco va cobrándose su particular vendetta en forma de Eurodance.
Kurt Von Paulus aconsejado por su manager ingresa en la prestigiosa Clínica Betty Ford para deshabituarse del parafascismo integrista que a punto está de costarle la vida tras visita turística al barrio de Harlem en NYC. No solo lo consigue en un tiempo récord sino que además se nacionaliza americano, aprende a jugar a baloncesto y consigue ser drafteado por los L.A. Lakers y ganar cuatro anillos en 14 temporadas al más alto nivel con el pseudónimo de Kurt Rambis alcanzando unas estadísticas para nada despreciables en liga regular: 880 Partidos Jugados; 16299 Minutos; .534 FG; .000 3Pt; 0.689 FT; 4961 Reb; 931 Ast; 761 Rob; 456 Tap; 4603 Pts y 5,2 Puntos por partido.
Poco se sabe de lo que pasó con Lottar Roeder. Vuelve a la R.D.A pero decepcionado tras la reunificación alemana de 1989, su vida transcurre a caballo entre La Habana y Moscú. Tras la caída del comunismo en la URSS, se cree que viaja a Corea del Norte donde además de componer la música de la boda del hijo del dictador Kim Jong Il, actualmente dirige el programa músico-nuclear del pequeño país asiático. Rumores de última hora apuntan a que esta produciendo un disco de versiones coreanas de grandes baladas de todos los tiempos llamado “From Pyongpyang with love”.
De Lebensraum han dicho...
“Paranoid Android es un claro y sencillo homenaje a Lebensarum. No hay que ser una lumbrera para descubrirlo”. Tom Yorke de Radiohead
“No hay día que me levante de la cama que no quiera que mi grupo se parezca cada vez más a Lebensarum y no la mierda de banda que ha sido siempre”. Flea de Red Hot Chili Peppers.
“Sin Lebensarum, todo habría sido distinto. Quiza “One” se hubiera llamado “Two” o “Seven”, a saber!!”. Bono de U2
"Ojala hubieran puesto música a mis películas" Gaukhar Yavkalkhodzhaev a.k.a Yavi. Uzbekistan First Director.
“Probablemente sin la música de Lebensarum ahora solo seríamos un duo de viejos Dj´s sobrevalorados yendo por España de festival veraniego electrónico en festival veraniego electrónico interpretando los viejos exitos de siempre.” Tom Rowlands de Chemical Brothers.