23.1.08

Grandes Inventos de la Postmodernidad (1)

Siguiendo la estela de promesas incumplidas a la que es tan aficionado este blog y sus mentes pensantes, dejaremos momentáneamte aparcadas hasta nuevo aviso las “Increíbles y no menos rocambolescas aventuras de Aquilino Polaina” así como las intermitentes entregas de “Que rancio era mi valle” para iniciar una nueva chorra-sección titulada “Grandes Inventos de la Postmodernidad!!!!”

¿Y que nueva tontería se está cociendo aquí? Pues bien, lo que buscamos con esta tres nuevas entregas que les esperan es realizar un concienzudo análisis a esos grandes inventos que el género humano ha tenido a bien descubrir durante el último cuarto de siglo pero que por razones hasta ahora no muy bien estudiadas han sido borrados de las hemerotecas y olvidados por el vulgo en general. Nuestra misión es recordar todas aquellos ingenios, grandes y pequeños, que durante una parte de nuestras vidas fueron por decirlo de alguna manera imprescindibles o al menos ansiados con inusitado frenesí y que inexplicablemente duermen ahora el sueño de los justos.

Presentaremos 10 inventos y les corresponde a ustedes mis queridos lectores votar y decidir cual de ellos ha sido el Gran Invento de la Postmodernidad. Recuerden que esta votación no tiene ningún carácter informativo y/o científico, ni entrará a formar parte de ninguna estadística de un organismo nacional o internacional. Su única finalidad es que por una vez en sus miserables vidas se sientan participes de haber formado parte de algo mas grande que ustedes mismos. ¡Es la eternidad!, ineptos.

Por lo pronto y sin más dilación hoy les presentaremos la primera terna de inventos (relacionados todos ellos con el fashion-wear).

1. Las Cámaras de Aire

Llega un momento en la vida de todo fabricante de zapatillas deportivas que la pregunta se hace inevitable. ¿Y ahora qué? ¿Qué quiere el cliente? Ya las tienen en blanco y en negro, en bota y en semibota, con cordones y con belcros. ¿Cuál es el siguiente paso? Solución, prometámosle lo imposible. Ofrezcamos al consumidor un producto para que sienta tan especial que crea que calzándose nuestras zapatillas puede correr más rápido, saltar más alto, volar…hasta tocar las estrellas, sentirse liviano como el AIRE!!! ¿Cómo? Pongámosle una especie de plástico relleno de aire en la suela del talón y digámosle que en realidad es un colchón especial amortiguador diseñado para tales efectos. Incluso hasta podemos ponerle un botoncito en la lengüeta para que este relleno se infle más o menos en función de la actividad física a desempeñar. Desde hoy echarse cuatro canastas en los campos de tierra de tu pueblo ya no será lo mismo con las nuevas “High Pump Elevation Predator”…Ante todo un nombre que parezca que la zapatilla vaya poco menos que a rugir cuando salgas a la cancha, que escupa fuego por la puntera, que suelte humo por el talón!

Mira que suelaca...

Las cámaras de aire fueron el subidón del calzado deportivo allá por los 80-90. Si tus zapatillas eran unas miserrimas J´Hayber sin cámara de aires, blanquitas y con suela de goma modelo Frankenstein eras un Don Nadie, una nena, un apestado de la sociedad, un tío mierda. Pero…¿hasta que punto se sabía que tus zapatillas tenían o no cámara de aire si en ocasiones esta no se podía ni ver? Por el precio, my friend. Cuanto más caras, más cámara de aire. Te costaban un pastizal, si, pero tu imperceptiblemente podías saltar unas micronésimas de milimetro más que tus contendientes en ese rebote decisivo que era la clave para ganar el partido de la final de 3º de BUP organizado por la Asociación de Padres de Alumnos y el profesor de Gimnasia y hacerle tilín a la niña mona de la clase. Y eso no tiene precio…


¿Qué paso con ellas? ¿Siguen viviendo entre nosotros? ¿Por qué ya nadie habla de las cámaras de aire? Algunas teorías apuntan a que estas zapatillas de marca de marca se transformaron en botas de caña modelo rompe-litronas y que las cámaras de aire devinieron en puntas de bola de acero reforzada. Curiosa evolución no me negarán. Pero hay que tener cuenta que hay quien dice que hasta venimos del mono...

2. Cazadoras bombers reversibles versus Plumiferos

La máxima era la siguiente: Niño pijo medio tontito, ergo plumífero. Rebelde fumeta desarrapado de la vida, ergo bomber reversible. Una ley natural inmutable. Pasemos a describir cada uno de estos chambergos que definieron a toda una generación como la parka a sus padres.

El plumífero es un invento realmente innovador. El fundamento se basa en rebozar a la persona en una funda nórdica rellena de plumón con mangas. Es una prenda con la que nunca tendrás frío. Otra cosa es que con ella puesta parezcas (si tienes buena planta) o bien un aventurero polar que se dispone a realizar la travesia de la Antártica en trineo de perrotes o bien el muñeco de Michelín con paperas. Lo curioso del fenómeno es la cantidad de plumíferos que se vendieron incluso en zonas termogeográficas donde a decir verdad, pues no hacían tanta falta. De ahí que una segunda innovación de estas prendas, y que distinguía un buen plumífero de cualquier imitación del Mercadillo de la Pista, era su capacidad para quitarle por medio de sendas cremalleras ad hoc, las mangas al mismo. Con ella disponiamos de una curiosa prenda “entretiempo”. Tu torax y abdomen sudaban a gusto entre tanta pluma mientras que tus brazos se congelaban sin remedio. ¿La media? El entretiempo. O peor todavía, si uno era tirando a prolíficamente sudoroso, y el tiempo atmosférico más bien benigno, un plumífero sin mangas se convertía en un potente Ambi-Pur sobaquina, que difundía everywhere los efluvios gaseosos producidos en su interior. Eso si, el aire que se daba uno con Martin McFly de Regreso al Futuro era impagable. Una única pega. Las plumas se salían por las costuras (y ya no digo nada si te hacías un siete…). Poco a poco, pero se salían. El plumífero por tanto, era una prenda con una vida media corta pero intensa. Pero para presumir hay que sufrir. Ya saben, la luz que brilla con mayor intensidad lo hace en la mitad de tiempo y bla,bla.,bla…

¡¡Será por cazadoras!!

La bomber era para gente de otra pasta. Más outsider, más rebelde, más anti reglas. Claves del éxito. Bolsillo en la manga cuidadosamente diseñado para guardar la caja de Fortuna y el mechero Zippo. Estilo práctico. Y como no, su tan cacareada capacidad de reversibilidad. Lo de fuera pa dentro y lo dentro pa fuera y tachan! nueva cazadora de color…¿naranja chillón? Pues si ¿y que?. Dos cazadoras en una. En la realidad pocos se atrevieron con lo de la reversibilidad, más que nada por que “a ver si eso iba a ser mentira y voy a ir haciendo el ridículo por ahí”. Y es que como luego confirmaron sus creadores, lo de darle vuelta no fue una utilidad diseñada ex profeso. Surgió mas tarde cuando muchos usuarios usaron este sistema para que sus progenitores no vieran los quemazos y boquetes que la ceniza de los cigarros producía en la cazadora…Porque seamos serios…¿usted le daría la vuelta a un calzoncillo?

Miren, miren como se distingue el tan temido forro naranja...

¿Dónde están hoy estas prendas? En cualquier trastero, cogiendo polvo. Que injusta es la vida.

3. La hombrera

Señores, pongámonos de pie ante el invento de los inventos. La hombrera. Nadie sabe a ciencia cierta si el cometido del accesorio y por tanto su origen etimológico era que la mujeres tuvieran mas hombros o se parecieran mas a los hombres. Yo me inclino por esto último. Pocas prendas han sentado tan mal a una mujer como la hombrera. Porque, aceptémoslo, las modas masculinas a decir verdad siempre acaban degenerando en camiseta+vaqueros+zapatillas, pero ah! la mujer…como le gusta lucirse…y hacer el ridículo.



Cara a cara con el enemigo. Nunca algo tan sencillo y nimio ha perjudicado tanto al genero femenino.

Y es que eso es lo curioso de la hombrera, lo que la hace un gran invento, que amen de lo mal que sentaba, lo aparatoso de su aplicación (desde elaboradisimas tiras de velcro hasta el sencillo metodo de ponersela por debajo de la goma del sostén), la corta vida media de las mismas, lo rápido con que adquirían un tono amarillento signo de que la espuma que contenían se estaba enranciando, a pesar de todos estos handicaps, se vendían como churros y se uso por parte de la población femenina estaba mas extendido que el de las compresas. Debajo de camisas, jerseis, camisetas, chandals (yo lo he visto, señores, hacer gimnasia con hombreras y correr los 200 metros con esos apéndices porosos moviendose entre la camiseta que parecía la chavala tuviera cuatro senos que se bamboleaban independientes unos de otros), pijamas, batines…Incluso dos y tres apiladas. Así iban, que parecían monstruos, con esas curvas y proporciones anti-naturales. ¡Que horrible visión!. Toda una generación de bellas mujeres perdida…Quiza esto tenga que ver con la eclosión de la homosexualidad masculina que se vivió después…¿Quién sabe?

"Que ultra-fashion que soy. Atiende que calcetines blancos me he pergeñao en el mercadillo..."

Menos mal que las modas son pasajeras y que la justicia, aunque tarde, a todos llega. La hombrera ha quedado más o menos desterrada y reducida a círculos muy concretos. Pero ojo, nunca debemos bajar lo guardia, no sea que vuelva. O algo peor…


- "Prométeme que nunca más te pondrás hombreras"

- "Solo si tu renuncias a tu cardado cósmico"

- "JAMAS...!!!!"


En unos días, mas grandes inventos…desde el Magicklik hasta el Boligrafo de 10 colores, pasando por el Estuche de tres pisos!!!



No llevan hombreras...pero también tienen un buen par de ostias!!