30.10.06

David Hasselhoff: Nacido para ganarrr!! Capítulo I

Como habran podido apreciar en el Título y dada la importancia mediática del invitado, nos vemos en la obligación de "dividir" el post en dos capítulos claramente diferenciados con el fin de comentar la inmensa vida y obra de este gran prohombre. Que ustedes lo disfruten...

¿Qué quién es David Hasselhoff? ¿A estas alturas todavía con eso? ¿Y ustedes han vivido los 80? Parece mentira...En fin, la vida del actor David Hasselhoff podría resumirse en una frase: "Una trepidante aventura, de un hombre que no existe, en un mundo lleno de peligros. David Hasselhoff, un joven solitario embarcado en una cruzada para salvar la causa de los inocentes, los indefensos, los débiles, dentro de un mundo de criminales que operan al margen de la ley..." ¿Ha quedado claro? ¡Pues al turrón!.

David Michael Hasselhoff nace en 1952 (aunque lo niegue repetidamente) en Baltimore, Maryland (Estados Juntitos) y desde pequeñito ya siente la necesidad de actuar delante de sus semejantes, de ahí que a la tierna edad de seis añitos participe en un montaje teatral del colegio, interpretando a "Peter Pan". En la particular versión de David, este, dando muestras de su innata capacidad de improvisación, no solo acaba con el Capitán Garfio de dos certeros espadazos en el bajovientre sino que además le arrima sendos besos con lengua tanto a Wendy como a Campanilla al final de la obra y medio país de Nunca Jamás acaba adorándolo como si de un semidios se tratase. Y es que la vida de David, desde siempre e ininterrumpidamente ha sido la vida de un campeón, de un triunfadorrrr, de un ganadorrrr, de un conquistadorrrr nato, la biografía del éxito absoluto, vamos, lo que se conoce con la expresión ¡el Puto Amo!. Repitan conmigo, ¡David, te queremos, eres el Puto Amo! Lean, lean y se convencerán...infieles!!

Seguimos...Una vez terminados sus estudios de bachillerato (desconocemos sus calificaciones pero damos por sentado que se lió con varias profesoras), viaja a California donde se matrícula en el Instituto de Artes ¿?. Comienza a dar sus primeros pinitos en series tan rancias y archifamosas como "Vacaciones en el Mar/The Love Boat" (los dos episodios donde David nos regala su buen hacer tras las cámaras son hoy en día preciadas joyas de coleccionista). Por esa misma época, y con el fin de hacerse con un dinerillo extra con el que sufragar sus clases, aparece en numerosos pósters posando simplemente vestido con una chaqueta de cuero y un minúsculo tanga... David, como siempre, sabe como hacer feliz a una mujer empleando aquello que de lo que tiene un control absoluto y certero: su propio cuerpo. De nuevo surge con fuerza el ganador que David lleva dentro.

Nada serio como comentábamos, hasta que aparece el productor Glen A. Larson (creador de series de los 80 tan "adorables" por decir algo, como BattleStar Galáctica y Magnum P.I.) con la idea de hacer una serie televisiva que fuera algo así como una mezcla de "El Llanero Solitario" pero con un Pontiac TransAm en lugar del caballo “Silver”. Además este super-coche presentaría más recursos que el Concejal de Urbanismo de Marbella. Obviamente muy pocos prestaron atención a una majadería así...salvo un imberbe y desconocido actor de tercera fila que apostó por esa serie desde un principio ofreciéndose como protagonista sin apenas cobrar un duro. La mayoría dice que David Hasselhoff supo detectar el futuro éxito al jugársela con este proyecto, otros, por el contrario, sostenemos que fue precisamente David quien insufló esa soplo de grandeza que hizo que “Knight Rider/El Coche Fantástico” fuera la serie que acabó siendo. El “puto amo” comenzaba a hacer de las suyas en una serie diseñada a su medida, la historia de un triunfadorrrr y su coche tuneado...

Izquierda:El Ganadorrrr y su corcel negro en clara actitud desafiante.
Observen esa camisa desabrochada hasta el ombligo mostrando pecho lobo.
En el verano de 1984 se estrena en España, “El Coche Fantástico” y ya nada volvería a ser como antes. Para empezar, su particular hora de emisión (15:30) , fue la responsable de que millones de niños (entre los que me incluyo) y no tan niños renunciarán a la ancestral costumbre hispánica de dormir la siesta en pos de seguir las tribulaciones de David Hasselhoff/Michael Knight y su Pontiac TransAm/KITT por las vastas tierras norteamericanas.

La estructura de cada capítulo era simple y repetitiva pero inexplicablemente lograba enganchar a la audiencia capítulo tras capítulo. El macarra de Michael Knight (David Hasselhoff) trabaja para la “Fundación para la Ley y el Orden”, dirigida a la sazón por el senador americano Devon quien suponemos que debería ser un “halcón” de Ronald Reagan. En esta fundación sin animo de lucro, también perciben su nómina una chica (Bonnie), científica y mecánica del coche de la que consideraremos que sus estudios serían equiparables en España al F.P de Automoción y por supuesto, el caballo ganadorrr, KITT (Knight Industries Two Thousand), el coche fantástico, la extensión de Michael en el asfalto, el “puto amo” de la carretera.

Argumento genérico: Un honrado/a americano/a del Medio Oeste acosado/a injustamente por las mafias locales y abandonado/a a su suerte por los Cuerpos de Seguridad del Estado a nivel municipal, pedía ayuda a la Fundación. Creemos que en primera instancia llamaría al Equipo A, pero puesto que estos siempre andaban muy ocupados liberando a Murdock del psiquiátrico entre otras cosas, la petición de auxilio derivaba en David, cuyo trabajo solía ser más limpio, efectivo y por que no, con mucha más clase si comparamos con Hannibal y sus muchachos. Devon enviaba a Michael para que deshiciera el entuerto y todo iba como la seda siempre y cuando Michael no bajara del coche ni para mear. Puesto que con esta tónica los capítulos no durarían ni cinco minutos, los guionistas decidieron que a eso de la mitad del episodio, Michael debía bajar del coche para “investigar” y así de paso el sector femenino de la audiencia podía contemplar absorto ese pedazo de piernas enfundadas en estrechísimos pantalones de cuero de pitillo marca-paquetes que Michael lucía con una gran naturalidad. Por no hablar de esa zamarra o chaqueta de cuero auténtico comprada en Llombay (Valencia) que Michael no osaba quitarse bajo ningún concepto. El fin último de esta “investigación” era, como decíamos, alargar un poco más el metraje del capítulo, ya que invariablemente, Michael era capturado, apresado y/o secuestrado el 99% de las veces. Cuando las cosas empezaban a pintar mal para nuestro héroe, una llamadita a tiempo a Radio Tele-KITT realizada a traves del reloj de pulsera de Michael modelo CASIO Tele-Memo con Calculadora, arreglaba las cosas, y así el cochecito aparecía de la nada, repartiendo estopa, liberando a Michael y capturando a los malo-malosos. El final del capítulo era siempre el mismo: alegría y risas contenidas en un bar donde sonaba música Country, Michael bien agarrado a la hija rubia tetona de los honrados americanos del Medio Oeste y KITT soltando alguna paridilla y/o chanza final del tipo “¡Michael, disfruta tu que puedes!”. Mención aparte merecen los grititos que Michael soltaba cuando KITT activaba ese archifamoso botón o “Turbo Boost” responsable de esos botes estratosféricos que se arreaba el coche como si estuviera en medio de una pista forestal de la serranía de Cuenca: “Uh,Uh! Bien hecho, socio!!”.

Izquierda: David y Arnold entre bambalinas. Aunque seas bajito y un pesado de narices tu también puedes ser un Ganadorrr!!!
La serie fue un éxito absoluto y aclaparador y la popularidad de David Hasselhoff subió como la espuma. Pero inexplicablemente, el inevitable salto al Cine con mayúsculas de David se hacía de rogar. Ningún director confiaba en nuestro campeón. Desconocemos las causas de este extraño y anómalo comportamiento, pero por el contrario si que acertamos a intuir las consecuencias: el Séptimo Arte sufrió en la segunda mitad de los 80 un varapalo tanto en la calidad de los films producidos como en la asistencia a los cines del público, que bien pudiera deberse al rechazo por parte de una industria tan elitista, a acoger a una gran camada de buenos actores formados en la televisión, y entre ese rechazo deberíamos destacar el de David.

Y así finalizamos este primer capítulo de “David Hasselhoff: nacido para ganar”. Con nuestro heroe abandonado a su suerte, defenestrado, a punto de retirarse del mundillo del celuloide...¿derrotado? ¡Nunca! David iba a saber reinventarse mejor que U2 con “Achtung Baby”. ¿Cómo? A través del lenguaje universal de la música...David nunca pierde, recuerden, el es un GANADORRRR.

Como muestra un botón. Les recomiendo que le echen un vistazo a este impresionante video colgado en Youtube para ir abriendo boca, dirigido por Yavi G. (Uzbekistan First Director). Si ven este video a altas horas de la madrugada, procuren que los vecinos no escuchen sus carcajadas.

http://www.youtube.com/watch?v=62S1vws4y7s

5.10.06

"Que rancio era mi valle!!": Hoy, Milli Vanilli

"Girl, you know it's true.
Ooh, Ooh, Ooh I love you."

Pareado de métrica pentasílaba en rima asonante, extraida del primer #1 de Milli Vanilli en USA "Girl, you know it´s true”. Poesía en estado puro, señores.


Miren que contentos estaban con sus Grammys...y es que ganar un Grammy siempre ha sido algo muy difícil...


Inaguramos nueva sección en el blog: "Que rancio era mi valle", recordando los años mozos. Puesto que uno empieza a darse cuenta de su progresivo e irreparable envejecimiento (acompañado de cierto desfase cultural), que mejor que echar mano de la nostalgia y la melancolía y recordar ese pasado idealizado y feliz que todavía subyace en nuestros subconscientes.

Hoy le toca el turno a "Milli Vanilli", icono musical de finales de los 80, principios de los 90, un grupo (como demostraré en mi disertación final), injustamente vilipendiando por los periodistas musicales, repudiado por el negocio musical y literalmente borrado de las hemerotecas especializadas como si de un nuevo "Trotsky" del Hip-Hop se tratase. Pero pasemos sin más dilación a relatar los hechos con la esperanza de que las nuevas generaciones no olviden hasta que punto la industria musical crea sus propios monstruos para luego dejarlos caer.

Todo comienza a finales de los 80, cuando el productor musical aleman Frank Farian (que unos años antes ya se había sacado de la chistera a un grupo tan inclasificable como "Boney M"), busca parir un grupo que combine el Eurodance (estilo de música plomizo, repetitivo y vomitivo que desgraciadamente sufrimos los jovenes europeos a lo largo de la decada de los 80, principios de los 90) con el Rap norteamericano (estilo de música plomizo, repetitivo y vomitivo que desgraciadamente siguen sufriendo los jovenes norteamericanos de todas las edades). Para ello se rodeó de profesionales que por aquel entonces pululaban en Alemania: Charles Shaw (cantante de rap y veterano de la armada estadounidense), Johnny Davis y Brad Howell (cantantes norteamericanos residentes en Alemania y que curiosamente no eran militares). Puesto que Farian era consciente de que las fotos de estos tres caballeros nunca forrarían ni las habitaciones ni las carpetas de las quinceañeras hormonalmente más alteradas, decidió echar mano de dos oscurillos (y no lo digo por el color de la piel) breakdancers (bailaban Breakdance de discoteca en discoteca, ya saben, rollo "Holiday..., sunny day...", otro día hablaremos del Breakdance.) y aspirantes a modelos a la sazón para que fueran la imagen del grupo en conciertos, entrevistas y demás actos públicos: Rob Pilatus y Fabrice Morvan.

Inciso: Me permitirán que comente brevemente la vida de estos dos fulanos antes de continuar con la historia (preparen sus pañuelos, pues la cosa parece extraida de un folletín sudamericano). Rob Pilatus nace en Nueva York en 1965, pero crece en un orfanato aleman en Munich despues de que sus padres (soldado americano él, stripper alemana ella) lo dieran en adopción. De profesión buscavidas, pasa más hambre que el perro de un ciego hasta que conoce a su Alter Ego, Fabrice Morvan, y se dedican al noble oficio de ser go-gos: lease alentar a las masas que pueblan las discotecas alemanas para que bailen con más energía y dedicación si cabe, consiguiendo por el contrario que nadie baile por vergüenza a hacer el ridículo si se compara con el propio go-go.

Por lo que respecta a Fabrice Morvan, el amigo nace en 1966 en la isla de Guadalupe (a ni usted ni a mi nos apetece localizarla ahora en el mapa) , vive durante una temporada en una ciudad con “importantes grupos intelectuales e inquietudes artísticas, donde se respira conocimiento en cada calle”, Miami FL, para luego residir en Paris Francia, una “ciudad vendida al turismo, al mainstream y actual Primer Parque Temático Europeo”. Por aquel entonces Morvan se dedica al noble deporte de “lanzarse desde un trampolín al agua de una piscina dando un montón de vueltas sin marearse antes de caer”, también llamado “salto de trampolín”, aunque desgraciadamente una lesión en el cuello nos priva de la presencia de un más que prometedor atleta en el panorama deportivo mundial (¡que mala pata!). El resto ya lo conocen, se junta con Rob Pilates (que no tiene nada que ver con el creador de ese nuevo tipo de gimnasia “super-moderna” en la que dicen que te cansas y quemas grasas sin sudar-¡¡ja,ja,ja!!-ilusos...), y se dedican a malvivir de go-gos, modelos ocasionales (hemos de recordar que por estas fechas, estos dos fulanos, son dos tiarrones armarios-roperos que bien vestidos y lavados, causan una más que buena impresión) y lo que se tercie...(dejamos que el lector sea malpensado)

De repente, Frank Farian aparece en plan hada madrina y prendado por las extensiones capilares que Rob y Fabrice lucen sin pudor, los ficha para su megaproyecto “Eurodance-American Gangsta Rap”, en plan Alianza de Civilizaciones, no sin antes endosarles a cada uno de los chicos un par de lentillas de color verde clarito en consonancia con su color de piel. El primer álbum, “All or Nothing”, lanzado en Europa en 1988, se convierte en un éxito inmediato. Se relanza en 1989 en USA con el título “Girl you know it´s true” (título del single que llega a #2 en el Billboard) y alcanza un éxito demoledor vendiendo nada más y nada menos que 7 millones de copias (¿dónde estarán ahora todo ese montón de discos?). Los tres singles posteriores (de los que no recordaremos sus nombres para no herir la sensibilidad de los lectores) alcanzan el #1 sin despeinarse.

A finales de 1989, Charles Shaw (el cantante en la sombra) revela a un periodista que Pilatus y Morvan no han cantado una sola estrofa en todo el album, aunque rápidamente se retracta gracias al dinero que Frank Farian (el Phil Spector de los 80) le paga para que “cante” cuando solo él se lo mande. A principios de 1990 Milli Vanilli ganan el Grammy en la categoría de “Nuevos Artistas” desbancado a “futuras promesas consagradas a día de hoy” como Indigo Girls, Soul II Soul y Tone-Loc.

La fama y el éxito comienzan a subirse a la cabeza, sobre todo a la de Pilatos. Si a ello añadimos una profunda adicción a la cocaina, podemos hasta cierto punto “entender” las palabras de Rob Pilatos a la revista TIME: “Milli Vanilli está al nivel de Bob Dylan, Elvis Presley, Paul McCartney y Mick Jagger”. El chico comenzaba a creerselo seriamente, de ahí que tanto Pilatos como Morvan presionarán a Frank Farian para que les dejara cantar en el próximo álbum. Dicho y hecho. Farian despide a Pilatus y a Morvan de Milli Vanilli. Más tarde Pilatus diría cositas como “Me siento como un mosquito cuando lo exprimen; los últimos dos años de nuestras vidas han sido una total pesadilla. Somos cantantes de verdad, pero el maníaco de Frank Farian nunca nos ha dejado expresarnos”.

Cansado de las extensiones capilares y aborrecido de su propio engendro musical, Frank Farian rompe su silencio y cuenta la pura verdad en Noviembre de 1990. Las masas se cabrean y reclaman sangre. Milli Vanilli es despojado de su Grammy (ironicamente, el comité justificó su voto destacando el “impacto visual” del duo). Comienza un litigio contra Arista Records, permitiendo a cualquiera que se sienta defraudado tras la compra del disco de Milli Vanilli, poder devolverlo y recuperar parte de su dinero. Así mismo también se contemplan indemnizaciones para aquellos que asistieron a sus conciertos (10 millones de personas, ahí es nada). Arista despide al grupo y elimina el disco “Girl You Know It´s True” de su catálogo, pasando a la historia de la música como el álbum más vendido que es posteriormente descatalogado. Record agridulce, no lo negaremos.

En 1991, Farian intenta retomar el proyecto Milli Vanilli haciendo algunos cambios, con los vocalistas originales en sombra, esta vez reconocidos, pero el ostión que se pega “The Real Milli Vanilli” es soberbio. E incontestable. Las escuelas de publicidad todavía estudian este ejemplo dentro de la lección “como es posible utilizar un nombre que ha caido en desgracia y transformarlo en algo todavía más desgraciado”.

En cuanto a nuestros héroes...Pilatos monta un numerito en un hotel de Los Ángeles digno de mención. Tras ingerir el tan consabido cocktail de alcohol con fármacos ansiolíticos (¿cuántas veces hemos de decir que no se pueden mezclar?), se corta una de sus muñecas y entonces llama a la policía y a la prensa para que acudan su “Primer Intento de Suicidio desde el Balcón”. La cosa no pasa a mayores. Lo único que quería era un poquito de atención. Lamentable.

Emperrados en que se les reconozca como cantantes, Pilatus y Morvan se reagrupan en 1993 formando el duo “Rob & Fab” (que originales...) y vendiendo la nada desdeñable cifra de 2.000 discos. Lo dicho, unos genios incomprendidos. Pero la espiral de autodestrucción continua. En 1995, Pilatus es detenido por varios actos de vandalismo y agresión en Los Ángeles y condenado a varios meses de prisión en 1996. De ahí al carrusel de clínicas de rehabilitación para dejar su adicción a la cocaína. Y concluimos con el final trágico. En Abril de 1998 el cuerpo sin vida de Rob Pilatus es encontrado en una habitación de un hotel de Frankfurt (Alemania). Emulando las muertes estúpidas de muchos de sus idolatrados iconos musicales, Pilatus vuelve a caer en el combinado pastillas+alcohol y entra así por la puerta grande en el “Panteón de Grandes de la Música Ahogados en su Propio Vómito” como Hendrix, Joplin y Bon Scott. “No tendré vuestro talento- pensaría Pilatus- pero se morir igual que vosotros”. Lo que son las cosas. En cuanto a Morvan, se convierte en cantante “independiente y underground” que son los adjetivos que musical y eufemísticamente empleamos cuando queremos decir que “no le conoce ni su puta madre y además no vende ni un solo disco”. Y eso es todo.

Alucinante ¿verdad? Es curioso que cuando alguien cita a “Milli Vanilli” lo primero que se nos pase por la cabeza sea la palabra “fraude”. “Claro - dirán muchos - es que no cantaban ellos”. ¿Pero desde cuando ha sido eso un impedimento grave? Hay que entender que dentro de su género musical y su estilo, Milli Vanilli fue un absoluto y rotundo ÉXITO. Y el ensañamiento, castigo y olvido que sufrieron tras la revelación de Farian fue a todas luces injustificado. ¿Acaso alguien cree que sin la imagen visual de estos dos machos hercúleos, estos adonis de ébano, el grupo (voces+música) hubiera triunfado? Lo dudo mucho. Por tanto, su éxito estuvo basado en una ecuación perfecta, en la conjunción deliberada de una serie de factores mas conocidos y resobados que el Ron con Coca-Cola, a saber: caras y cuerpos bonitos enfundados en la moda del momento + excelente producción musical pop + baladas tiernas y románticas (y ñoñas) + canciones pegadizas y resultonas = éxito asegurado. ¿Conocen algún otro ejemplo? Yo podría citar cientos.

La voz no era suya...dicen algunos ¿Cuántos y cuantas vocalistas (Britneys, Christinas, etc...) actualmente dentro del panorama musical están sobreproducidos con el fin de ocultar sus carencias a la hora de ponerse delante de un micrófono? ¿Ya no nos acordamos de Enrique Iglesias cantando a capella cuando el creía que estaba puesto el Play-Back? Y es más ¿Cuántos músicos necesitan en sus primeros discos ser doblados por virtuosos músicos de estudio ya que no tienen ni la habilidad ni la técnica suficiente para tocar ciertas partes de sus canciones?

Fraude...dicen otros. ¿Acaso no nos damos cuenta que la escena musical actual está saturada de falsos “homenajes” que no esconden sino una ausencia de ideas y un plagio descarado y abusivo? ¿Todos recordamos al sempiterno Grupo Pop Ingles que salvará a la música británica, en este caso “The Verve”, que plagia sin reparos acordes de canciones de “Rolling Stones”? ¿Y que estos a su vez, faltos de iniciativa, caducos y sin nada que aportar, plagian la cancion de “Anybody seen my baby?” de K.D.Lang y encima esta se declara agradecida y emocionada? Por no hablar del masivo uso de “loops”, “samples” y demás técnicas de fotocopiado musical que utilizan un buen número de artistas de hoy en día. Menuda hipocresía.

Conclusión: Milli Vanilli fueron sin saberlo una especie de predecesores de lo que vendría después, algo así como unos pioneros. De alguna manera tuvieron que pagar la novatada y la verdad es que los costó cara. Pero sin ellos, nada sería como es ahora. Una pena. En fin, allá donde esteis Milli Vanilli, gracias.

De Milli Vanilli, han dicho...

“Bueno, podría decirse que si, que “The Bends” no es solo un claro y sentido homenaje a “Milli Vanilli” sino que puede sentirse la influencia de su música en todas las canciones del disco”. Tom Yorke de Radiohead.

“¡Teníamos tantas cosas en común!. Para empezar, la mitad del nombre artístico”. Vanilla Ice, rapero en horas bajas.

“ Yo siempre soñé de pequeño con tener su voz, bueno, no la voz de ellos, sino la de quien cantaba en Milli-Vanilli, que no eran ellos, sino unos otros que cantaron luego en The Real Milli-Vanilli aunque ya no salían ellos, Milli-Vanilli. Siempre soñé con eso y con arrancarle el sujetador a Janet Jacksón en la final de la Super-Bowl” Justin Timberlake. De profesión, creido.

“¿Milli qué !!!!!!?????” Gaukhar Yavkalkhodzhaev a.k.a Yavi. Uzbekistan First Director.