28.12.07

Fin de año, final de fiesta: El desmadre total...

Creo que nunca hemos dicho que desde "La Neuralgia del Trigémino" realizamos una inestimable labor social y educativa. Ya que amén de guiarles por los procelosos mares de la cultura basura a través de (procaces y chabacanos) posts, nos preocupamos por hacer que sonrían (o rían) de vez en cuando en sus puestos de trabajo (que es donde se conectan a Internet...lo sabremos nosotros!) contándoles tonterías y soplachuminadas que a decir verdad no llevan a ningún sitio.

Los halagos y felicitaciones que (muy) de vez en cuando nos hacen llegar, no provocan sino el engrandecimiento de nuestro ya de por si, colosal ego. Aun así disfrutamos empleando toda nuestra (maltrecha) imaginación, agudeza e inventiva, usando toda nuestra ironía, socarronería y sarcasmo, utilizando todos los resortes del humor más negro, absurdo e irracional con el fin de elaborar estos textos plagados de chorradas por doquier. Y lo peor de todo es que a veces nos creemos buenos...


Pero luego llega la vida real y te pone en su sitio de una hostía bien dada. Es decir, que por mucho que nos esforcemos en rizar el rizo, la realidad te sorprende cada día con un ejemplo insuperable de hilaridad, locura, bizarrismo, incorrección, demencia, frenesí, disparate, excentricidad, imprudencia y por desgracia insensatez. Lean, lean...




ENTREVISTA EN EL DIARIO CANARIO 'LA OPINIÓN'
El obispo de Tenerife: 'Hay menores que desean el abuso e incluso te provocan'


"Puede haber menores que sí lo consientan -referiéndose a los abusos- y, de hecho, los hay. Hay adolescentes de 13 años que son menores y están perfectamente de acuerdo y, además, deseándolo. Incluso si te descuidas te provocan". Con estas palabras ha descrito el máximo responsable de la Iglesia en Tenerife, el obispo Bernardo Álvarez, el grave problema de los abusos a menores en una entrevista en el diario local 'La Opinión'.

El obispo además compara la homosexualidad con los abusos y, aunque asegura que la diferencia entre la homosexualidad y los abusos está clara, plantea una pregunta: "¿por qué el abusador de menores es enfermo?".

En cuanto su opinión sobre los homosexuales, Álvarez, pese a que asegura respetar esta condición sexual vuelve a mostrar su lado más crítico y afirma que "el fenómeno de la homosexualidad es algo que perjudica a las personas y a la sociedad".

Para el obispo, hoy en día "no es políticamente correcto decir que es una enfermedad, una carencia, una deformación de la naturaleza propia del ser humano. Eso que decía cualquier diccionario de Psiquiatría diez años atrás, hoy no se puede decir".

Además, considera que debido a la homosexualidad "a la larga pagaremos las consecuencias como las han pagado otras civilizaciones". Álvarez aconseja que para que no se lleguen a estos extremos "hay que promover la educación e inculcar los valores de la feminidad y la masculinidad".

A la pregunta de si hay que orientar la homosexualidad, el obispo se muestra aún más crítico y afirma que "no se puede dejar a las personas libradas a lo que salga (sic), ¿por qué no hacemos lo mismo con la violencia o con otros impulsos que tiene el ser humano?". Finalmente, asimila (la homosexualidad) a las agresiones sexuales, que "la persona practica como puede practicar el abuso de menores".

Aqui vemos al susodicho con el regalito que le ha dejado Papa Noel estas Navidades ¡Con cuidado Padre, que el niño es de Papel Couché!

Saquen sus propias conclusiones, que para eso ya son mayorcitos. Yo por si acaso, cuando oigo la palabra "Iglesia Católica" le quito el seguro a mi Luger.

Y Feliz Año 2008.

20.12.07

Que rancio era mi valle!!: Los Recreativos. Final Stage: El monstruo de final de pantalla!!

Desde esta, su página favorita de chorradas y tontunas, aprovechamos para felicitar las sacrosantas fiestas de Navidad a toda esa turba de lectores que aunque tímidos, pues apenas dejan comentarios al respecto abrumados tal vez por la magnífica prosa que despliega nuestro autor, no faltan a su cita mensual (ya nos gustaría que fuera semanal) con su blog favorito. Coman langostinos, coman. Y no se preocupen por el ácido úrico…¡total, no existe!

Concluiremos hoy, actualizando a una velocidad de crucero, la serie comenzada hace ya unas semanitas en torno a “Los Recreativos”. Como bien recordarán, ya hablamos tanto de sus características intrínsecas como de la fauna que poblaba estos cubiles de diversión y esparcimiento allá por los lejanos años 80…Hoy finiquitaremos el asunto con un somero repaso a los principales videojuegos a los que pudimos viciarnos durante aquella gloriosa y mítica época.

Pero lejos de ceñirnos a una descripción ramplona de cada uno de los “hits en 16-bits” que tenemos preparado hemos tenido la consideración de invitar al Psicoanalista argentino-uruguayo, el Dr. Alessandro Alegret (vía conferencia telefónica, aquí no reparamos en gastos), para que de alguna manera, ponga sus conocimientos a nuestro servicio con el fin de dilucidar las implicaciones psicológicas de la práctica de cada uno de los juegos en esa tierna edad que es la adolescencia y su relación con el desarrollo y emancipación del yo, el super-yo y el spider-yo si es preciso. De ahí el subtítulo de nuestro capítulo de hoy: “Dime a que jugabas y te diré del mal que has de morir”. Pido un fuerte aplauso para el Dr. Alegret…

Dr. Alegret: Esteeee, mushas grasias. Como ustedesh bien sabrán el campo de las primeras computadoras y sus aplicashiones ha sido uno de mis prinshipales objetos de estudio a lo largo de mi dilatada carrera, que empessó asha por los años setenta en la Universidad de Río de la Plata donde sho sha desharrollé la “Teoría cognitiva de los campos unificados” que no era sino una burda transformassión de unos escritos previos de…

Estupendo Sr. Alegret, otro día nos lo cuenta, pero vayamos al turrón propiamente dicho con el primer juego de nuestra serie.


TETRIS
El juego por antonomasia de aquellos a los que no les gustaban las maquinas. Y el juego preferido por las pocas féminas que osaban entrar en unos Recreativos. ¿Razón? Nunca ha existido un juego tan simple, tonto e inútil como el Tetris. Cuadrar una serie de piezas surgidas al azar con el fin de formar líneas completas para que siguieran surgiendo piezas al azar. Así, hasta el final de los tiempos o hasta que el nivel 20 de la máquina nos lanzara piececitas a una velocidad superior a la de la sinapsis química entre nuestro cerebelo y el centro motor haciendo totalmente imposible pasarse la máquina por mucho que continuaramos “insertando coins”. Invento soviético. Ahora todo se explica.



Dr. Alessandro Alegret: Esteeee, sin lugar a dudas, el Tetris fue un juego disheñado en exclusiva para mentes ordenadas y dissiplinadas, amantes del orden y la lógica y en parte aburridas y simplonas. Es dessir, las mujeres. Todo hombre o persona contraria al sesso femenino, que jugara o jugashe al Tetris buscaba una asimilashión o transformashión en un ente femenino dominante y dominador y por tanto podemos aseverar con rotundidad que estas personas escondían una homosesualidad latente.

BUBBLE BOBBLE
Dos dinosauros (uno amarillo y el otro azul) con problemas de crecimiento, se embarcan en una larga aventura a traves de 100 pantallas diferentes con el único fin de salvar a sus novias humanas. Para ello cuentan con la inestimable ayuda de su sopapo “burbujil” que es capaz de atrapar a sus enemigos los cuales mueren irremediablemente cuando esta burbuja de babas es reventada convirtiéndose en frutitas y pastelitos. ¿Qué mente enfermiza pudo haber ideado tal despropósito, Sr. Alegret? Y lo que es peor ¿cómo es la persona que jugaba a estos juegos?


Dr. Alessandro Alegret: Esteeee, sin lugar a dudas, un mundo virtual repleto de caramelos para aumentar la frecuensia o la distansia de los gargajos , zapatillas rojas para correr más, amen de una serie de dulses, golosinas y otros alimentos de valor nutritivo nulo, nos retrotrae a un mundo sin responsabilidad donde reina un osio despreocupado de carácter infantiloide que no puede sino relasionarse con la ineludible presensia de una homosesualidad latente.


OPERATION WOLF
Uno de los primeros juegos en primerísima persona, es decir donde se ahorraban realizar los gráficos del protagonista. Eres un marine altamente entrenado al que sueltan en medio de un país hostil (repleto de malvados y viles filocomunistas) con el fin de rescatar a una serie de rehenes (buenas e ingenuas personas filocapitalistas) y tienes que abrirte paso a base de las tres “Bes”: Balor, Boluntad y Buevos. Fin del juego: Cargarte a todo lo que apareciese por la pantalla con la ayuda de una UZI Submachine Gun (botón lanzagranadas incluido) tan solo disponible en aquellos recreativos “del puntito”.



Dr. Alessandro Alegret: Esteee, a pesar de la temática intrínseca del juego, el hecho de que el jugador empuñara (en un acto puramente fetichista) su propia Ussi Submachine Gun llegando a tomarle un cariño espessial, delata un claro referente falocrático que nos hace pensar en un jugador “tipo” con una innegable homosesualidad latente.

ARKANOYD
Eres una barra. Bueno, eres una nave espacial con forma de barra. Eres una nave-barra a la que las bolas le rebotan. Tu misión es ir cargándote unos ladrillos con las bolas que te rebotan en la nave-barra. Además estos ladrillos que destruyes con las bolas rebotadas en la nave-barra te dan una serie de mejoras para tu nave-barra. No, no he tomado drogas. Creanme. Y así muchas pantallas. Hasta aburrirse.

Dr. Alessandro Alegret: Esteee, Arkanoyd es un juego claramente psicotrópico ideado por una mente enfermissa. Pero más ashá del simple juego, vemos una analogía con la típica situasión de romper ese muro de ladrillos que nos impide mostrarnos como realmente ssomoss. Por lo tanto, es un juego característico de aquellas personas que ocultan una homosesualidad latente.


SHINOBI
En este juego tu eras un ninja (altamente entrenado again), cuya misión era rescatar a una serie de aprendices (femeninas) de ninja de las garras de pérfidos enemigos ninja, para ello utilizabas toda una pléyade de habilidades ninja…vamos, que todo queda en casa. Grandes hits del juego: Shurikens infinitos, el Boss típico de final de pantalla con un único punto debil y el archifamoso “Tira la mágia” cuando uno se veía acosado por los enémigos.



Dr. Alessandro Alegret: Esteee, de nuevo el hecho de que el heroe o protagonista prinssipal del videojuego sea un carácter tan ambiguo y andrógino como un guerrero ninja japonés, camuflado para que no reconoscan su verdadera identidad, nos retrotrae al consabido mito de la no aseptasión del propio ser y por tanto a un fenómeno de represhión de una homosesualidad latente.

OUT RUN
Como poseedor de un Ferrari Testarrossa descapotable tu misión es conducir de aquí para allá ignorando el nuevo código de circulación en lo que a límites de velocidad se refiere, con la única ayuda de una rubia despampanante en el asiento del acompañante cuya melena rubia cuidadosamente pixelada quedaba a merced del viento. En aquellos recreativos con solera, la máquina del “OutRun” estaba formada por un auténtico sillón de coche tapizado en sky, pedal de freno, acelerador y cambio de marchas perrunero, que hacia las delicias del respetable. El escapismo del pobre chaval de extrarradio…



Dr. Alessandro Alegret: Esteee, “Out Run” es un juego claramente elitista donde se enaltese y encumbra un modo de vida a todas luses impossible de alcansar por el pueblo shano. Quien jugo a este videojuego se decantaba por un modo de vida sofisticado, detallista, sheno de lujos por no decir snob. Y por tanto por un mundo de una gran homosesualidad latente…

STREET FIGHTER II
La O.N.U. en versión arcade. Soy de un país distinto al tuyo y por esa razón voy a canearte y darte tollinas hasta en el alma. Es más voy a hacer una tourné internacional para ir soltando yoyas “around the World” y así autoproclamarme “Campeón de Campeones”. Nombres como Ryu, Ken, Blanka, Chun-Li, Guile…han pasado a formar parte del imaginario colectivo y muchos nuevos padres salidos de los suburbios han bautizado a sus retoños con estos despropósitos en lugar de llamarlos con nombres mucho más hispánicos y típicos como Kevin y Sheila.


Dr. Alessandro Alegret: Esteeee, “Street Fighter II” en sus versiones “The World Warrior”, “Champion Edition”, “Turbo Hyper Fighting” o “The New Challengers” no dejan lugar a dudas en su análisis más sertero. Nos encontramos ante una serie de videojuegos que han fomentado desde todos los salones recreativos del planeta, una serie de clichés claramente relassionados con una homosesualidad latente. El esplicarlo nos llevaría tanto tiempo que prefiero no extenderme en el tema. Pero si quieren la dissertassión completa, rasonada y coherente les recuerdo que soy argentino por parte de padre…

GOLDEN AXE
Siento introducer la nota autobiográfica, pero es que “Golden Axe” ha sido, fue y será el mejor videojuego de Recres de todos los tiempos. Y no digo esto porque sea la única máquina que me he pasado un millón de veces pares (con todos los personajes) solo con cinco duros (y sin continuar) y además en distintos recreativos, sino porque forma parte de una de mis mejores (y mas tristes) momentos de mi adolescencia cuando ante una audiencia de una veintena de parroquianos ignorantes en el pueblo-alberca de mis ancestros maternos, logré pasarme toda la máquina (recién instalada), solo con cinco duros de crédito y SIN USAR LAS MAGIAS!!!! Mientras los paletos observaban perplejos el milagro que tenían ante ellos, uno que suscribe ganó una apuesta concertada con su primo, que le reporto unos beneficios impensables para la época de 1.000 de las antiguas pesetas!!! Yo no tengo palabras para describir “Golden Axe”. Solo les diré una cosa: Dos toques a la derecha (carrera) + salto + disparo. ¡¡La picada cósmica!!


Dr. Alessandro Alegret: Esteeeee, “Golden Axe”…leshendas medievales, mitos fantásticos, enemigos poderosos, bestias inmundas, magia y hechishería, duelos a espada, sangre y lujuria, mashacre y destrussión, la eterna lusha entre el bien y el mal, en suma, todos los componentes característicos de una homosesualidad latente.

Y esto es todo…soy sabedor de que muchas y grandes máquinas se han quedado en el tintero (Pang, Subset Riders, Capitan Commando, Double Dragon…), pero desde aquí sugiero a nuestros lectores a que nos indiquen sus títulos favoritos de aquella época para que el Dr. Alegret los analice como pertoca. ¿Alguna conclusión final, Doctor? Le rogamos sea breve.

Esteeee, efectivamente y no. Podríamos deshir que el mundo de los Recreativos, allá por los 80-90, hablando poco y mal, era un mundo de maricones. De musha mariconería.

¿Doctor Alegret, es usted homófobo?

¿Homoqué?

Gracias Doctor.

15.12.07

Que rancio era mi valle!!: Los Recreativos. Stage 2: Fauna

Retomamos con la tardanza a la que nos tiene acostumbrados el auténtico escritor de estos legajos cargados de nostalgia de extrarradio y adolescencia taleguera, al que por cierto tengo encadenado a la pata de la mesa desde hace semanas a pan y agua y no hace más que suplicarme piedad y perdón, mientras garabatea en hojas pergaminosas, palabras sin sentido. ¡Que sabrá él de sufrimiento!

Ya contábamos hace unas semanas que los Recreativos, allá por los años 80-90, fueron ese nuevo Ágora donde la muchachada se reunía y confraternizaba jovialmente. Y es más, describimos pormenorizadamente las actividades lúdicas que cualquier adolescente podía llevar a cabo entre esas cuatro paredes amén de fumar porros…o algo peor.

Pero como si de una película se tratase, en la que solo una perfecta conjunción entre la cuidada ambientación, los magníficos decorados y unos actores talentosos da lugar a una obra maestra (muy de vez en cuando), no solo el continente (entendido como el oscuro y mugriento local físico) era importante en el devenir de una sala Recreativa. Sino también su contenido, es decir, el rebaño de personas, personajes y gente de mal vivir que campaban a sus anchas por la tramoya de la felicidad juvenil que otrora llamábamos “Recres”.

Podemos (y deberemos) clasificar la fauna “Recreativa” en grandes grupos dentro del Reino Animal y emplearemos, es más, la nomenclatura del botánico y naturista sueco Linneo para dotarlos de taxonomía, ya que “Nomina si nescis, perit et cognitio rerum” (Si ignoras el nombre de las cosas, desaparece también lo que sabes de ellas).

El Gran Mangui. Furtatum peligrossum

Pocos y aislados “Grandes Manguis” se han conocido en la historia de los Recres. No debemos confundirlo con el “Mangui menor” o incluso con el “Pintilla” ya que caeremos en un error imperdonable. El Gran Mangui era pura leyenda. Algunos hasta osaron atreverse a decir que no existía sino en la cabeza de los atemorizados adolescentes. Únicamente con mencionar su nombre en un Recreativo, sin ni siquiera echar mano de la presencia física del mismo, provocaba un repentino y absoluto silencio sepulcral y eclesiástico seguido de un pavor y “acojonamiento” instantaneo en todos y cada uno de los presentes. El Gran Mangui tiene su equivalente en los grandes felinos del Reino Animal. Las pocas veces que se ha constatado su visita fugaz a unos Recres, junto a toda su cohorte de Manguis menores que formaban su banda, ha sido para atracar/pegar/apalizar/robar (todas ellas acciones claramente ejecutivas) sistemáticamente a cualesquiera de los chavales que rondaban indefensos por allí (lo de jugar a las máquinas no era lo suyo). Si bien podía adscribirse normalmente a la etnia gitana (o acalorrada), aumentando más si cabe su fiereza y peligrosidad, no siempre esto ha sido imperativo. Poblaciones como Xirivella, Alaquas y Aldaya (en lo que se ha denominado la Reserva Natural del Barrio del Cristo) han nutrido de Grandes Manguis a la comarca valenciana de L´Horta. Ahí van algunos nombres: El Ernesto, Los Gemelos (un curioso ejemplo de dos Grandes Manguis trabajando en perfecta armonía)...En la actualidad y dada la introducción de especies foráneas (Sudamericanos, Europa del Este) en los mismo nichos ecológicos, el Gran Mangui patrio se halla extinto. Los pocos que sobrevivieron acabaron o bien en el Centro Penitenciario de Picassent o reponiendo material en el Carrefour.

El Mangui Menor. Calorrum Derbivariunt

El Mangui menor formaba parte de la manada que el Gran Mangui tenía a su cargo. De menor fiereza y/o poder, su fama no bastaba para atemorizar al personal, pero si el nombrar en cualquier momento peliagudo el nombre del clan al que pertenecía con las siguientes frases: “¡Como llame a mi amigo el XX(Gran Mangui)XX!!” o “¡¡Que soy de la colla de XX(Gran Mangui)XX!!”. El Mangui menor apenas realizaba tareas ejecutivas sin la supervisión del Gran Mangui. Sus atracos siempre eran menores y en ocasiones de escasa credibilidad, con frases como: “¡¡Chaval, dame cinco duros!!” o “¡¡Lo que lleves en los bolsillos para mi!!”. A lo sumo se limitaban a dar vueltas por la manzana con su Derbi Variant (tubarro Metrakit incluido) controlando por parejas la zona asignada por su superior, robar tres o cuatro plumíferos, lucir la navaja mariposa con movimientos concienzudamente aprendidos o apartarte de la maquina mientras te quedaban todavía dos vidas por jugar o del futbolín para apropiarse del mismo una tarde entera. De nueva otra especie extinta. Los pocos que sobrevivieron nunca acabaron en Picassent (dada su falta de peligrosidad), mas bien se transformaron en dóciles ciudadanos que trabajan en turnos de 15 horas, casados, con 3 hijos a su cargo, paella en casa de los suegros todos los domingos y unas rayitas de coca sábado si, sábado también. Cobran una miseria y votan al PP porque “¡es que hay que ver como se ha puesto lo de andar por la calle, que esta toda llena de delincuentes con tanta inmigración!”.

El Pintillas. Submangui tristissimum

Sin duda alguna, una degeneración genética de los Manguis anteriormente citados. El Pintilla quería promocionar a Mangui menor, pero su baja estatura, su carencia de personalidad y que no tenía ni media ostia bien dada lo hacían claramente imposible. A diferencia de los Manguis de verdad, cuyos clanes dominaban dos o más salones recreativos, el Pintilla reducía su radio de acción a un único salón recreativo y encima en un horario en el cual no coincidiera con los Manguis auténticos. Su actividad, similar a la de las hienas, era simplemente carroñera. Atracar a niños que tenían 2 duros para comprarse un flash de Peggy, pedirte dar una vuelta en la moto (si es que se tenía una) o como mucho pedirte que le dejaras jugar esa parte de la máquina que jamás podías pasarte. Mucho ojo. El Pintilla tenía menos idea que tu y si le dejabas, corrías el riesgo más que seguro que tu partida acabara en un abrir y cerrar de ojos. Otro rasgo que definía a un pintilla era que siempre estaba pidiendo cigarros. Parece ser que estudios posteriores han demostrado una dependencia física por la nicotina de los “Fortuna”. Pero fumar tampoco era lo suyo. Prueba de ello era que el pintilla, harto del detestable sabor del tabaco, siempre estaba escupiendo y soltando sopapos sin parar. ¡Qué curioso! De ahí que otros autores sostengan que el tabaquismo del Pintilla se debiera más bien a una actividad social. Es un misterio todavía sin resolver donde residen actualmente los antiguos Pintillas, parece que como si se los hubiera tragado la tierra. Aun así, la especie no ha desaparecido ni mucho menos. Así, multitud de Pintillas, pueblan los Centros Comerciales, Salas de Multicines y Parques Públicos de nuestra geografía nacional, obteniendo el mismo éxito que sus antecesores. Es decir, ninguno.

El Máquina. Joystickii Hachorum

Todos nos hemos preguntado alguna vez a que actividad se hubiera dedicado el Máquina si no se hubieran inventado las 16-Bits. El Máquina era aquel chaval que indefectiblemente y sin apenas haber jugado algunas partidas era capaz de pasarse la máquina con los ojos cerrados además de conocerse (a los tres días de su instalación y puesta en marcha en el Recreativo) todos los trucos, golpes mil y una infernales combinaciones y secuencias entre el joystick y los botones (patada+patada+salto+puñetazo+derecha+derecha+etc…) para que el personaje se tirara un follo flamígero por el culo capaz de barrer de enemigos toda la pantalla. El Maquina por regla general era consciente de su poder y capacidad de atracción. Y siempre se podía constatar su presencia en los Recres observando la reata de mirones que se agolpaban a ambos lados de la máquina sin perderse ni un segundo del devenir de su idolatrado semi-Dios por los universos digitales. Algunos apuntan que el vasto conocimiento del Maquina no era algo natural sino que se basaba en una práctica incesante tanto en casa (por norma era poseedor de un ordenador doméstico donde afinaba más si cabe sus reflejos) como en los recreativos (con el consiguiente gasto económico que muchos justifican gracias a una generosa paga semanal por parte de abuelos con complejo o a pequeños y periódicos hurtos en el monedero materno). Quien sabe…En la actualidad, los Máquinas son en su mayoría informáticos aficionados o funcionarios locales que no pegan ni chapa.

La Barbie del Recre. Zorrum putonessim

Al igual que todo Recre que se preciara tenía su Gran Mangui, todo Recre debía tener su buena media docena de “Barbies”. Para entendernos, la “Barbie” del Recre era aquella mujer que se dejaba caer por allí en busca de carne fresca y de calidad, por lo general de Mangui para arriba. Sabedora de su belleza innata amén de lo avanzado de su crecimiento estrogénico traducido en una poderosa delantera para su edad biológica, la Barbie o Zorrón no dudaba en liarse con todo Mangui menor que le acosase, en pos de su objetivo final, que no era otro que llegar a intercambiar saliva y babas con aroma a tabaco en los baños del Recreativo con el preciado Gran Mangui. Dejemos claro que a la Barbie, salvo el Tetris en nivel fácil, las maquinas se la traían al pairo y lo único que buscaba en los Recres era subir en la escala social barriobajera al precio que fuera. Nada mejor para una Barbie de Recreativo que llegar un sábado por la tarde a los lomos de una briosa Yamaha Especial 125 cc robada, conducida por su hombre…Una lástima que todos sus sueños y anhelos se quedaran ahí, en ser la Reina de los Suburbios. La belleza de estas chicas pronto palidecía y el proceso de marchitamiento acelerado era inevitable. Una cara bonita pronto dejaría paso a una jeta de Maruja con 22 años y lo que antes era una tetamen explosivo ahora eran unas mamellas colganderas modelo bolsa de agua. Acabaron todas de cajeras culonas de Mercadona, esteticiens (que palabro más cachondo) con pestuzo a laca Nelly, peluqueras de mechas de colores imposibles o simplemente amas de casa. Pero pudieron decir que vivieron…que les quiten lo bailao.

La amiga fea de la Barbie. Zorrum apestossum variedad cayus malayus

¿Cómo se sabe que una mujer es guapa? Cuando está rodeada de otras hembras más feas que ella. Elemental mi querido Watson. De ahí que la Barbie siempre anduviera rodeada de toda un grupito de callos malayos para hacer contraste. Estas mujeres por norma general se quedaban con aquellos despojos que la Barbie despreciaba. No necesitaban por tanto mejorar su aspecto físico así como sus maneras (famosa todavía es, la mala leche que destilaban algunas), ya que el hecho de ser comparsas de la “hembra alfa” les aseguraba su alimento semanal. Muchas de ellas tenían un semblante más simiesco tirando a machorro. Estas últimas se diferenciaban del resto ya que jugaban al futbolín arreándole buenos “viajes” e incluso por la existencia de un dudoso abultamiento en la entrepierna…En la actualidad, todas están infelizmente casadas y se llaman unas a otras por el sobrenombre de “Mari”.

El tonto de los Recre. Subnormalum profundissim

Siempre hay un tonto everywhere you go. Y en el mundo de los Recres no va a ser menos. En todos ellos siempre moraba un ente y/o ser de edad indefinida (podía ser más crío o podía ser adulto) que era tonto de remate, imbecil, subnormal, retrasado…No me pregunten el porqué. Es como si una Agencia Estatal de Tontos se encargara de repartir un tonto por cada salón Recreativo que pidiera su licencia de apertura. El Tonto, ademas de bobo, normalmente olía mal (una extraña mezcla de mierda, sobaquina, semen revenío), hablaba tartaja, era algo bizco, vestía como el culo (con ropa de verano en invierno y viceversa) y se limitaba ver como jugaban los demás. No había sensación más desagradable que estar jugando y ver como se acercaba el Tonto. No por nada, sino por su hedor a zurrón de pobre. Tiraba para atrás. Sus comentarios eran totalmente ininteligibles. La desventaja principal de este personaje es que ocupaba el último lugar de la cadena trófica y por tanto se llevaba más ostías que una estera. Todo, absolutamente todo el mundo (incluido el Pintillas), le pegaba collejas, cachetes, ostiones, puñetazos al bajo vientre día si y día también. Y ah! del que no lo hiciera…corría el riesgo de transformarse en un nuevo Tonto!! La vida de estos personajes era triste, para que mentir. En la actualidad todos ellos, henchidos de rencor y odio para con la sociedad que tantas tollinas les ha arreado, se han embarcado en la titánica tarea de destruir a la humanidad con sufrimiento superlativo incluido mediante un plan perfecto e infalible…que no han logrado inventar porque son TONTOS. No dan para más…

En fin, y hasta aquí, más o menos lo que teníamos pensado para hoy. Recuerden que todavía queda una entrega adicional de esta mini-serie: Videojuegos míticos y trucos para pasarse la pantalla…algo así como “dime a lo que jugabas y te diré como eres”.

Derbi Variant Start, modelo 1989 (cestilla delantera incluida)

Todo un sueño para muchos...