Cronología del Desastre. Parte III: Larghetto Marcato

Nos hemos plantado como el que no quiere la cosa en finales de 2007...en la sucursal de la Caja Regional Agrícola Rural del pequeño villorrio del extrarradio de una gran urbe ya de sobra conocido por todos.

DIRECTOR (con semblante afable): Pasa, pasa, chaval, siéntate. Tu dirás.
JONATAN CRISTIAN: Verá, resulta que tengo problemillas con la hipoteca y me gustaría ver eso de “refinanciarla”.
DIRECTOR (cambio radical del semblante con leve desprecio para con el cliente): Vamos a hacer números. Podríamos alargar tu hipoteca a los 35 años y se te quedaría en...(cataclac, cataclac)…1.041 Euros al mes.
JONATAN CRISTIAN: ¡Pero si yo ya pago 1.100 Euros! Apenas me ahorro nada.
DIRECTOR (el cabreo interior va in crescendo): Nada, nada, tu eres joven y podemos alargarla a los 50 años. Déjame hacer números (cataclac, cataclac)...se quedaría en 950 Euros al mes.
JONATAN CRISTIAN: ¿Pero cómo puede ser que la cuota baje tan poco?
DIRECTOR (en tono paternal): Vamos a ver que te lo explique…los intereses ascienden a 875 Euros mensuales, más el capital que vas a amortizar según el número de años del préstamo.
JONATAN CRISTIAN: Entonces... ¿cuanto es lo mínimo a pagar?
DIRECTOR (“haber empezado por ahí”...): 875 Euros al mes. Es lo que se denomina un plazo de “carencia”. En ese tiempo no amortizas capital, solo pagas intereses.
JONATAN CRISTIAN: Pues me quedo igual. Yo es creía que si doblabas el plazo, pagabas la mitad...
DIRECTOR (“este tío es tonto...”): Eso no es del todo así...exactamente.
JONATAN CRISTIAN: ¿Podría dejarme unos días para que lo consulte con calma?
DIRECTOR: Hombre claro, lo que tu consideres oportuno. Tu de todas formas no te agobies que el Euribor tiene que bajar de aquí a unos meses...

Jonatan Cristian sale del despacho con una vana esperanza. El Director coge el teléfono y marca el número 3.

DIRECTOR: Padilla, soy Moronta de la urbana 15. Tenemos un posible moroso.

Enésimo mini conclave familiar en el mini balcón del zulo...

MAMÁ: No se hable más. Lo pones en alquiler y te vienes a vivir con nosotros, que mientras tus padres tengan salud a ti no te va a faltar nada...Y de aquí a allí, seguro que te sale algún trabajo...
JONATAN CRISTIAN: Pero de alquiler no puedo pedir más de 500 Euros al mes. A la gente eso de alquilar no le gusta, es “tirar el dinero”. Además si no lo encuentro enseguida...
MAMÁ: Pues pones un cartel en la Universidad, que ahí seguro que te lo cogen...¡¡con la de universitarios que hay en España!! ¿Te acuerdo del hijo de la Conchi, ese que parecía medio lelo de pequeño y medio maricón después? Pues está estudiando Bellas Artes...
JONATAN CRISTIAN: Es que estoy pensando que no puedo pagar los 375 Euros de diferencia si vivo con vosotros, mantengo el coche y tengo el piso alquilado.
MAMÁ: Pues vendes el coche y coges el metro...
JONATAN CRISTIAN: En el concesionario me han dicho que de comprar ellos nada, que ellos solo venden...Joer, parece mentira con lo bien que va el país y que yo no encuentre curro...Papá, di algo... (que la verdad sea dicha hasta la tercera entrega no va a soltar prenda)
PAPÁ: La cosa esta jodía. Si no pagas te lo embargan y entonces si que te vas a quedar a dos velas. Pa´ mí que la única salida es venderlo y disfrutar de lo que se haya “revalorizao” y mientras te vuelves pa´casa.
JONATAN CRISTIAN: Papá, si vendo luego no podré volver a comprar. Que los pisos “subirán siempre”...
PAPÁ: De momento a vender y ya veremos lo que pasa mañana...
MAMÁ: Ah! ¡Que disgusto madre mía! ¡Ahora venderlo con la ilusión que tenía el chiquillo! ¡Qué disgusto! Me voy a la farmacia a ver si me venden una caja de Trankimazin sin receta...

Tras la ingestión materna de un par de ansiolíticos, Jonatan Cristian pone el cartel de “Se Vende”. Su salud comienza a resentirse. No duerme bien, nota cierta congoja cuando suena el teléfono. Lo descuelga esperando una oferta laboral pero al otro lado solo se encuentra la voz amable (pero más falsa que Judas) del Director preguntándole que decisión ha tomado acerca de la refinanciación. Compungido, le responde que seguirá pagando a 30 años...A todo esto Jonatan encuentra lógico pedir 220.000 por el piso teniendo en cuenta que hace escasamente un año le costó 180.000. Pasan los meses con sus semanas, las semanas con sus días y los días con sus horas y los compradores no aparecen. El semblante de Jonatan comienza a demacrarse. Ya no sale los fines de semana para no gastar. El coche está aparcado y sin gasolina. Su antiguo Gerente ya ha despedido a cuatro más de la empresa...Un día llama el del banco...

DIRECTOR: ¿Jonatan Cristian Palomares Ruipérez? Soy Moronta de la Caja Regional Agrícola Rural...Le llamo en relación a dos impagos que tenemos en su hipoteca...
JONATAN CRISTIAN (temblando como un flan): Si señor director, es cuestión de tiempo, estoy buscando comprador...
DIRECTOR: Yo es más que nada para decirle que la situación no es buena y que podríamos llegar al extremo de ejecutar la hipoteca...
JONATAN CRISTIAN (cagadito de arriba abajo):...en encontrar al comprador, pago lo que debo, lo juro.

Jonatan Cristian toma dos decisiones importantes. Baja el importe del piso a los 200.000 Euros y contrata una inmobiliaria, que por otra parte le asegura que ni de Blas, puede vender el zulo por encima de ese importe. Mientras tanto en el mundo exterior se ve a los políticos en la tele soltando promesas a cascoporro. Nos encontramos en plena campaña electoral de 2008 y España tiene un futuro inmejorable, avalado por las cifras de prosperidad y crecimiento. ZP está hénchido de felicidad y promete la noche de la victoria electoral que está será la legislatura del pleno empleo...

EPÍLOGO (a la parte III): LENTO GIOCOSO

Unos meses después del triunfo de ZP, ajenos al marasmo de jolgorio que vive la Piel de Toro, y a más de 5.000 millas náuticas del villorio de sobra conocido por todos, dos cargos intermedios conversan con sendos “daikiris” en sus manos mientras se mecen (estos y sus cocktails) en las tumbonas de una paradisíaca playa de las Islas Mauricio.

JIM: Se acabó Jack, el Banco se declarará en quiebra el próximo lunes.
JACK: ¡Dios Santo! ¿Pero como demonios ha podido pasar?
JIM: Fue una cadena, hasta cierto punto lógica. El precio de la vivienda comenzó a bajar, la gente sin sueldo fijo, sin trabajo fijo, sin propiedades (nota del autor: también conocidos como NINJAS, por No Income, No Job, No Assets), se dio cuenta de que estaba pagando por sus casas mucho más de lo que valían y sencillamente dejaron de o no pudieron pagar.
JACK: ¿Y el dinero de los MBS, de los CDO...?
JIM: A saber...nadie sabe donde está. Nadie. Y lo peor es que no conocemos la magnitud del agujero. Pero no somos solo nosotros. Hay otros bancos a punto de declararse en quiebra. Es cuestión de tiempo.
JACK: ¿Y que pasará ahora?
JIM: A nivel internacional, lo previsible. El resto de bancos desconfiarán los unos de los otros, no habrá dinero, no habrán prestamos, no habrá consumo y por ende subirá el desempleo. Una crisis, una señora crisis. Lo del 29 comparado con esto es un juego de niñas en el patio de recreo de un colegio de monjas...
JACK: No, no, yo preguntaba por ti, por Sarah y los niños.
JIM: No te preocupes por eso. Estaré sin empleo una temporada, eso seguro, pero las comisiones que he ido cobrando estos años están a buen recaudo...obviamente nunca han estado ingresadas en mi Banco.
JACK: ¿Y ahora que? ¿Cómo se arreglará el problema?
JIM: Bueno, si los gobiernos quieren que el sistema no les reviente en los morros tendrán que inyectar dinero de sus arcas en los bancos. Es la única salida para que todo se quede como antes.
JACK: ¿Entonces, quieres decir que el gobierno controlará a los bancos?
JIM: No, no, no, nada de eso...solo “inyectará dinero público”.
JACK: ¿Por qué no se pudo prever hasta cierto punto lo que iba a pasar?
JIM: Simplemente porque la economía no es una ciencia exacta, Jack...¿otro daikiri?